Fuente: Diario de Burgos. (Martes, 12 de enero de 2010)
Cada invierno un grupo de unas dieciocho personas dedican un día o dos a limpiar los nidos-orugas de los pinos, procesionaria del pino, en las zonas repobladas del municipio. Este año, además, en las primeras horas del nuevo año, se hizo una pequeña repoblación de bellotas. La actividad engancha en cada edición a un público joven que es la apuesta de futuro de estos pueblos ribereños.