29 de julio de 2017

Festival de las Gentes de Europa: Iván, entre los participantes



Aranda de Duero
La Asociación Juvenil “Festival Europeo 2005” y la Asociación Cultural “Grupo 93” emprenden este sábado 22 de julio su viaje hacia la población francesa de La Châtaigneraie para participar un año más en el Festival de las Gentes de Europa o Eurofestival. En este evento, 14 países materializan el “espíritu europeo” y conocen en mayor profundidad a sus variados vecinos. La Châtaigneraie es una pequeña ciudad situada al oeste de Francia, en la región de País del Loira, que cuenta con una población de unos 2.600 habitantes y que ya acogió el Eurofestival en el año 1998.
En esta ocasión el hilo conductor del Festival estará relacionado con la felicidad en su sentido más amplio y todos los participantes, más de medio millar, conocerán y desarrollarán estrechos vínculos con conciudadanos muy diferentes con quienes, al mismo tiempo, tienen muchas cosas en común.
Una delegación intergeneracional compuesta por 60 arandinos y ribereños participará en un completo programa de actividades que les enfrentará, dentro de una sana competición, al resto de delegaciones. En el ámbito deportivo, equipos mixtos se disputarán la victoria en baloncesto, fútbol, petanca, bádminton y natación, y en el área cultural en las siguientes actividades: pintura, cocina, fotografía y teatro de calle. De forma paralela, habrá un stand provisto con información turística y promocional de Aranda y cuya temática ornamental este año 2017 hace referencia al 25º Aniversario del Eurofestival.
Por otra parte, la organización ha preparado una amplia variedad de actividades y conciertos a través de los cuales la delegación se sumergirá en la cultura francesa. El equipo confía en obtener un buen resultado como en ediciones anteriores.

15 de julio de 2017

Bando de la Alcaldía, sobre licencia municipal de obras en Fuentemolinos




No estaría de más, facilitar la información sobre el respaldo legal de la medida, ya que anteriormente era de aplicación sólo para obras exteriores, parece. Si es en base a regulación de ámbito nacional, de la Comunidad de Castilla y León, provincial o local y cuáles son los motivos para su implantación, en el ecuador de la legislatura. Siempre que las decisiones se motivan, parecen más razonables. 



9 de julio de 2017

Haza: Hasta el infinito y más allá



TROTABURGOS / Haza

Hasta el infinito y más allá

Su ubicación en lo alto de un cerro sorprende a quien circula por la N-122 a su paso por la Ribera del Duero. Conserva vestigios de su pasado fortificado y es un balcón al valle del Riaza.

Haza llama la atención de quien circula por la N-122 a su paso por la Ribera del Duero burgalesa. Es pequeña pero matona. Se erige imponente sobre un cerro a la vera del Riaza, seduce al visitante con su figura y le guía por una carretera serpenteante, con majuelos y campos de trigo y cebada a uno y otro lado, hasta su núcleo. En lo alto de la muela se encontrará con un pequeño pueblo como los muchos que dibujan la provincia burgalesa, apenas tres decenas de habitantes dicen la crónicas que lo moran hoy. Avivan cada día unas calles que aún conservan vestigios del importante pasado que en tiempos tuvo esta localidad.
Este poder empezó a ser en el siglo X al convertirse en uno de los primeros pueblos repoblados en el avance cristiano bajo el mando del conde Gonzalo Fernández, durante el reinado de García I de León. Un siglo después, a las órdenes del conde Sancho Garcés, se produce la conquista definitiva y los valles del Duero y el Riaza emprenderán una época de relativa tranquilidad que le sentará muy bien a esta villa, que torna en cabeza de la Comunidad de Villa y Tierra de Haza, que abarcaba otras 15 localidades de los alrededores.
«Tras pasar por las manos de distintos señores feudales -quizá los más famosos fueron los Garcíez de Haza- a finales del siglo XIV entró definitivamente en la órbita de los Condes de Miranda. A estos poderosos nobles, tan presentes en la Ribera del Duero, se debe la construcción de gran parte de las fortificaciones que se mantienen en pie», escribe Enrique del Rivero en el libro Rincones singulares de Burgos. IX La Ribera del Duero.
Aún hoy se conservan vestigios de este pasado de villa fortificada. Emerge rotunda la torre del homenaje del castillo, fechado entre el siglo XII y XIV, y, aunque a tramos, los paños de su muralla aún arropan el caserío que se pega a ella, aunque ahora, en vez de conversaciones de vigías escucha a las señoras mientras tienden su ropa al sol.
Dentro de ese área fortificada se encuentra la iglesia de San Miguel, de factura gótica con apuntes románicos, que guarda en su interior ocho tablas hispanoflamencas de finales del siglo XV con escenas de la infancia de Cristo y de la vida del santo al que se consagra el templo sobre el que llaman la atención todas las publicaciones que hablan de este municipio.
Una localidad que puede presumir de ser la cuna de Juana de Haza, la madre de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los dominicos y patrón de la provincia de Burgos.
La historia labra sus piedras. Y también la naturaleza tiene mucho que decir. Se erige Haza como un monumental balcón al valle del Riaza, que desemboca en el Duero en la cercana Berlangas. Los chopos escoltan el discurrir del río y dibujan serpientes que cambian de color en cada estación, los campos de cereales se tumban al sol en verano y bailan bajo la lluvia en otoño, los majuelos salpican este lugar de Castilla dejando bien claro que el visitante se halla en tierra de vino, se advierten pueblos cercanos como Fuentecén, Hoyales de Roa, Berlangas de Roa, Adrada de Haza, Hontangas o Fuentemolinos y en lontananza hasta se divisa el páramo de Corcos. Hasta el infinito y más allá. Cielo y tierra.

2 de julio de 2017

Moradillo, Guzmán y Sotillo, Premios Renacimiento 2017

Moradillo, Guzmán y Sotillo, ejemplos de conservación

La Asociación Cultural La Olmera otorga sus Premios Renacimiento a estos tres municipios por su labor de mantenimiento en sus bodegas



CADENA SER  Aranda de Duero 24/06/2017

La Asociación Cultural La Olmera ha entregado en la mañana de este sábado sus Premios Renacimiento. En la presente edición, la XIV, la organización ha reconocido la labor de los municipios de Moradillo de Roa, Guzmán y Sotillo de la Ribera por su trabajo de conservación en las bodegas de la localidad.

Un mantenimiento que ha sido posible gracias a que estos municipios de la Ribera del Duero supieron aprobar en los años 80 del pasado siglo XX las normas que regularan la construcción de merenderos en los tesos de las bodegas en pro de la adaptación a la estética secular propia de cada uno de estos municipios, en armonía perfecta con la arquitectura heredada en templos y edificios.

La organización también ha expresado durante el acto de entrega llevado a cabo en la localidad de Valcavado de Roa que el mantenimiento de estas normas ha posibilitado conjugar la conservación de la belleza del patrimonio con su utilización como lugar de reunión, permitiendo hacer de ellos un enclave de desarrollo lúdico, turístico y económico.