Paisaje de Toscana: viñedos, bodegas, cipreses y olivos

 

La loba amamantando a Rómulo y Remo en una columna a la puerta de la catedral (Duomo), símbolo del antiguo pasado romano. Desde el siglo XIII se convierte en el símbolo de Siena, la ciudad que prentendía ser la nueva Roma.

 

Siena de día, Siena de noche

 

Iglesia de Santa María Dei Servi en Siena (Italia)

Bautisterio, Catedral y Torre de Pisa

 

Mezquita de Hassan II (Casablanca)

La Mezquita Hassan II es una mezquita monumental ubicada en la ciudad costera de Casablanca (Marruecos) en el Boulevard Sidi Mohammed Ben Abdallah (dirección Aïn Diab) y construida bajo el reinado de Hassan II, segundo monarca del país desde que este recuperó su independencia tras el periodo del Protectorado Francés.

Desde su inauguración en 1993, su minarete o alminar de 200 metros de alto la convertía en el templo más alto del mundo. De igual forma, su espacio interior de 20 000 metros cuadrados y su área total de 9 hectáreas la hacían la tercera más grande del mundo, solo detrás de la de La Meca y Medina.​

La sala de oración puede albergar hasta 25 000 personas y la explanada exterior tiene capacidad para cerca de 80 000.

La Medina de Fez. Un laberinto de más de 9.000 calles estrechas, llenas de productos como frutas, especias, artículos de piel, alfombras, cerámica ... Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981

La puerta más conocida para entrar en la Medina es la Puerta Azul (Bab Bou Jeloud). Curiosamente tiene el color azul (símbolo de Fez) en el exterior y el color verde (símbolo del Islam) en el interior. Las dos calles principales son Talaa Sghira y  Talaa Kebira. 

El reparto del butano se hace con mulos  ya que no pueden circular vehículos.

Dentro de la Medina también se encuentran la curtiduría Chouwara, donde se siguen curtiendo y tintando las pieles. 

Y la Madraza Attarine,  una escuela coránica musulmana donde los estudiantes aprenden verso a verso el libro del Corán y conviven dentro de ella mientras reciben la formación. 

Marruecos. La hospitalidad marroquí con los invitados. Un té a la menta de bienvenida.

Bouchra, como anfitriona, nos recibió en su Riad situado en la medina de  Fez y nos dio la bienvenida con un té a la menta elaborado y servido al más puro estilo marroquí . Un té delicioso.