9 de septiembre de 2011

Grave accidente en Castrillo de la Vega


El lunes, día 5 de septiembre, se produjo un grave accidente en la nacional 122, en el término municipal de Castrillo de la Vega, concretamente en la última curva, tras la que se inicia la recta de bajada hacia el pueblo, circulando desde Valladolid a Aranda de Duero. 

Toda la comarca se ha estremecido tras conocer los detalles del accidente. Uno de los fallecidos era natural de Fuentelisendo, así como dos de los heridos. Se produjo un incendio en uno de los coches siniestrados, falleciendo una pareja de novios, muy jóvenes,  que lo ocupaban.

Hacemos votos por la pronta recuperación de los heridos.

Se hicieron eco de la noticia todos los medios de comunicación, tanto de ámbito provincial como nacional.

Diario de Burgos, recogía la noticia en portada, con la fotografía que publicamos.

También Antena 3, emitió un reportaje sobre el suceso.

Aunque es posible, que el accidente se produjera por un error humano, todos los que circulamos habitualmente por esta carretera, conocemos la gran densidad de tráfico que tiene. Estamos en una zona rural, donde la agricultura es la principal fuente de riqueza, lo que hace que circulen por esta vía gran cantidad de tractores y cosechadoras, en la época estival.  Actualmente, con la instalación de la empresa de torres de aerogeneradores en Aranda  y las fábricas de prefabricados existentes en la comarca, se generan gran cantidad de transportes especiales. Concretamente hoy, en el trayecto de Aranda a Fuentecén, hemos invertido 25 minutos, nos hemos cruzado con 3 tractores y hemos sufrido la cola detrás de un vehículo especial que transportaba una gran viga de prefabricado.

Aunque es cierto que la autovía está proyectada y  en algunos tramos  iniciada, urge, a pesar de la debilidad de la economía, de los problemas que genera el déficit y de los  recortes presupuestarios, culminar esta obra imprescindible, no solo para vertebrar mejor la economía de la zona,  sino y fundamentalmente por la seguridad y por la vida de los que la utilizan, a quienes rogamos la máxima prudencia.