No sabemos si habrá sido flechazo o no, pero nuestra querida Kira, por efecto del calor veraniego o por efecto de un desatado celo, sucumbió a los encantos de Jaro, el don juan perruno fuentemolinense, que merodea de puerta en puerta buscando sin escrúpulos el ligue más fácil.
Fruto de este idilio veraniego lleno de desenfreno y pasión nacieron 7 rechonchos cachorros, blancos con machas negras como Jaro o marrones como Kira.
Como ya se acercaba el día, deben pasar aproximadamente 62 días hasta el parto, preparamos una tela en la cuadra, donde habitualmente duerme Kira en invierno, así estaría a cubierto del sol, la lluvia o el frío. Sin embargo, en verano acostumbra a dormir en el bidón donde echamos la hierba cortada y allí fue donde parió sus cachorros, caprichos de la naturaleza.
Después de pasar su primer mes con la madre, ahora es Alberto quien se ocupa de ellos. Si tienes interés en un perro con instinto de caza contacta con él y si no aquí te dejamos la fotografía de uno de ellos que al menos te puede servir de fondo de pantalla.