¿Tendrá algo que ver: "hablar como una tarabilla" o "soltar a alguien la tarabilla", que habitualmente se utiliza cuando alguien habla mucho y deprisa, con nuestra protagonista?
Agradecemos a nuestra amiga en la red Mª Carmen Ugarte García, gomellana de Gumiel de Izán, investigadora de la cultura popular y que en la actualidad se encuentra embarcada en su tesis "sobre la cultura popular ribereña con atención especial a los refranes", según sus propias palabras, que nos haya enviado un correo en el que nos aclara de dónde viene el dicho:
La tarabilla, según se registra en el DRAE, era una pieza que existía en los molinos que hacía un ruido característico, ta ta ta ta ta, que al acabarse el grano cambiaba el sonido, se hacía más rápido, y servía de aviso al molinero para que fuera a reponer grano o parar la rueda. La expresión es antigua, pues ya la usaba Santa Teresa, y con esta piececilla del molino hay un refrán que es uno de los que a mí más me gustan: Por demás es la cítola, cuando el molinero es sordo, al que dediqué una entrada en mi blog. http://lunesgalbana. blogspot.com.es/2010/02/por- demas-es-la-citola-cuando-el. html; "cítola" es otra forma de referirse a la tarabilla.