"Yo soy Javier, El Cerdo". Así se nos presentó este chico madrileño, que acompañado de sus amigos, habían recalado en Fuentemolinos, el sábado 27 de agosto de 2011, tras seguir una ruta deportivo-aventurera, desde Milagros, provistos no de GPS, sino de mapas cartográficos de la zona, mochilas y por lo que parecía, muchas ganas de pasarlo bien.
Gracias a las confidencias de uno de sus amigos, pudimos conocer en parte, el motivo de tan rocambolesca ruta. Se trataba de la despedida de soltero de Javier, pero él no sabía ni dónde iba ni quién le esperaba. Siguiendo una serie de coordenadas, pararon en distintos puntos de la ruta, con destino final en Fuentelisendo, donde al parecer, esperaba su amada Ana, alicantina, y suponemos joven y guapa, que víctima o comparsa, de similar ruta, urdida por sus amigas, estaría esperando en el mismo punto, sin saber a quién.
No sabemos, si haciendo caso a los lugareños, como ellos mismos comentaban, les fue más corto el camino, y si llegaron al destino con luz o con estrellas.
A Javier y a Ana les deseamos que tengan el acierto de construirse la casa de su vida en común, no de paja ni de madera, sino de ladrillo, como en el cuento de los tres cerditos, para que puedan cantar con alegría y felicidad "¿Quién teme al lobo feroz?, ¿Al lobo?, ¿Al lobo?".
Enhorabuena.