Camino de Corcos (I): Cegados por el celo
Camino de Corcos, nos topamos con esta pareja de corzos, que cegados por el celo, permitieron a Kira acercarse sigilosamente a escasos metros. Detrás, testigo del lance, un corral de piedras, de los pocos que aún quedan en esta basta estepa, que es el Páramo de Corcos y que se utilizaban antaño, para cerrar las ovejas en verano, para no tenerlas que llevar a los pueblos, distantes varios kilómetros. Así, a la mañana siguiente, el pastor soltaba al amanecer y las ovejas, comenzaban a carear nada más salir del corral.