En la redacción de estos proyectos se tendrá en cuenta el ahorro de agua para lo que se incorporará riego presurizado, gestión de la red de riego por telecontrol y el sistema de comunicación y de software. Además se procurará la regeneración de elementos de lagunaje, el mantenimiento de sotos de ribera, la creación de setos vivos en las lindes y las medidas necesarias para la mejora de la flora y la fauna de la zona de actuación.
En el Canal del Páramo, situado en la provincia de León, se actuará en esta ocasión en los municipios de Urdiales del Páramo, Bustillo del Páramo y Villazala; se va a actuar así sobre 2.200 hectáreas de las que se benefician 480 regantes. La inversión prevista asciende a 17.986.486,48 euros.
En el Canal del Páramo Bajo, que comprende las provincias de León y Zamora, se actuará en el municipio de Laguna de Negrillos (León). El convenio va a permitir la modernización de 4.248 hectáreas de dicho término municipal, donde trabajan 817 regantes y con una inversión prevista de 43.739.864,87 euros
En el Canal del Pisuerga, que discurre por municipios burgaleses y palentinos, se acometerá la tercera fase. Se van a modernizar con estas actuaciones 950 hectáreas que beneficiarán a 220 regantes de los municipios palentinos de Támara de Campos, Piña de Campos, Santoyo, Frómista y Amusco. La inversión prevista en este caso asciende a 12.100.000 euros.
El convenio relativo a la comunidad de regantes de Cabecera del río Riaza, que incluye municipios de las provincias de Segovia y Burgos, tendrá una inversión aproximada de 2.692.392,82 euros. En este caso se trata tan solo de completar la red terciaria de tuberías en algunos sectores ya modernizados en una fase anterior. Estas obras permitirán la mejora del funcionamiento de la infraestructura realizada. Los municipios incluidos en esta zona de riego, pertenecientes a la provincias de Burgos, son Milagros, Torregalindo, Hontangas, Fuentemolinos, Haza, Adrada de Haza, Fuentecén y Hoyales de Roa.
La superficie que se beneficiará de las obras incluidas en este convenio son 1.605 hectáreas de las 1.730 hectáreas que están dentro del proceso de modernización. Los regantes beneficiados por la actuación en esta zona son 2.688.
Aportaciones y compromisos
En todos estos proyectos el Gobierno autonómico aporta el 26 % de las inversiones previstas, siendo la única Administración que aporta estos recursos a fondo perdido. Del 74 % restante, las Comunidades de Regantes aportan el 24 % al inicio de las obras, y el 50 %, que adelanta SEIASA, lo retornarán también los regantes en los años 26 a 50 desde que la obra se ponga en explotación.
En todos estos convenios las comunidades de regantes se comprometen además a aceptar y recibir las obras ejecutadas, a su mantenimiento y conservación y a poner a disposición de la Administración los terrenos necesarios para su ejecución. También se comprometen a explotar las obras bajo su responsabilidad.
Beneficios para los agricultores
Gracias a estas actuaciones, los agricultores de las zonas con el regadío modernizado podrán introducir nuevos cultivos que diversificarán y enriquecerán sus alternativas de producción, lo que a su vez conllevará un incremento de la productividad y de la renta de las explotaciones agrícolas al mejorar las posibilidades productivas.
También experimentarán una importante reducción del consumo energético para el riego por aspersión o localizado, ya que se emplea una instalación centralizada para suministrar la presión a la red, no siendo necesarias las instalaciones individuales de cada agricultor. Con ello, cada agricultor de una zona modernizada consigue un ahorro energético de entre un 50 y un 60 por ciento.
Son igualmente muy significativas las mejoras que experimenta cada regante en las condiciones de trabajo que permite el uso del agua con la nueva infraestructura, mejorando los equipamientos de riego en parcela (riegos localizados, pivots, etc.).
Y también se produce un importante ahorro de agua respecto al sistema de riego por gravedad o por pie, consiguiendo un uso más eficiente del recurso. Este ahorro se puede cuantificar, según las zonas, de entre un 30 y un 40 por ciento con respecto a la situación previa a la modernización.