Seis alcaldes de la Ribera unidos contra las macrogranjas
Los alcaldes de los municipios ribereños de Haza (Cs), Hontangas (Cs), Fuentecén (PSOE), Castrillo de la Vega (PP), Adrada de Haza (Cs) y La Sequera de Haza (PSOE), en el corazón de la Ribera del Duero burgalesa, se colocan del lado de quienes rechazan las macrogranjas. Han presentado ya alegaciones contra la ampliación de la granja que pretende llevar a cabo la Sociedad Agraria Explotación Porcina González (en Haza) o lo van a hacer. Y es que, aunque todos coinciden en defender las granjas familiares “de toda la vida”, la proliferación de macrogranjas preocupa en la Ribera del Duero por varios motivos.
“Al final suponen un montón de olores para una zona que aspira a crecer en turismo, y luego están los nitritos que se van a esparcir por el campo, pudiendo contaminar acuíferos y las fuentes”, advierte el alcalde de Hontangas, José Antonio Fernández, con la mirada puesta también en pueblos como Haza, inmerso en un plan inversor para atraer turistas y poder crecer. “¿De qué nos sirve todo el esfuerzo que estamos haciendo para adecentar el pueblo, traer turistas y que la gente vea opciones para vivir aquí, si luego nos tenemos que ‘comer’ una granja de este tamaño?”, cuestiona el alcalde de Haza, Antonio Muñoz. De hecho a las alegaciones ya presentadas va a sumar otra por los daños específicos que podría hacer la ampliación al desarrollo turístico del municipio.
En su opinión, este tipo de granjas ni crean empleo ni generan riqueza en la zona, sólo perjudican al Medio Ambiente, a los cultivos, al agua y al día a día de los pueblos. “Al final, el pienso lo compra fuera, los cerdos los lleva a los mataderos de Aragón y Cataluña y aquí solo contamina”.
Los alcaldes afectados insisten en la importancia de que la Confederación Hidrográfica no permita hacer captaciones de agua “a todo el mundo”. “Según nos han informado los técnicos, la granja no tiene los permisos para hacer la captación”, asegura la concejala de Adrada, Elena Salvador, consciente de que más allá de la granja es un problema que se expande a muchas tierras de secano que se están pasando, sin orden ni concierto, a regadío. “Están diezmando los acuíferos”, lamenta con pena porque el páramo tiene una de las “mejores aguas de la comarca”.
Junto a los alcaldes también va a presentar alegaciones la Fundación Oxígeno; una asociación que ya logró parar un proyecto similar en el Páramo de Corcos. Entonces lo consiguió porque había un pájaro, la alondra, que está en peligro de extinción pero en este caso se pone en riesgo a otros como el águila imperial o el búho real. “No vamos a parar porque de ello depende nuestro bienestar como pueblos”, sostiene el alcalde de La Sequera de Haza, Roberto Arroyo.
En su opinión, las macrogranjas están proliferando en Castilla y León y en la Ribera porque Cataluña ha dejado de permitirlo. “Han visto que es contaminante”, añade Florence Amar, quien tras dimitir como alcaldesa de Castrillo de la Vega, continúa ejerciendo como concejala.
El olor ya se palpa en el ambiente
El olor ya se palpa en el ambiente, “y eso que todavía no se ha desarrollado la ampliación a 6.000 cerdos”. “Justo en la bajada de la granja hacia Castrillo ahora mismo ya huele”, denuncia la alcaldesa de Adrada de Haza, Marisa Plaza, con inquietud porque si huele ahora, más lo hará en julio y agosto.
Según explica el alcalde de Fuentecén, Juan Antonio Martín, el problema no es tanto las granjas como el vertido de purines. “Alegan que las echan en fincas pero no nos dicen dónde están y al final van a contaminar toda la Ribera”, apremia, con el temor de que la propiedad de esta granja siga ampliando las otras que tiene. “Sabemos que tiene 900 en Vadocondes, 1.500 en Fuentelcésped, 200 en Fresnillo de las Dueñas, casi 20.000 de cebo entre Lerma, Aranda de Duero y Burgo de Osma y ahora, además de los 1.999 cerdos de Haza, pretende ampliar hasta los 6.000, más activar otra en San Juan del Monte, de 1.999 y otra del mismo tamaño en Bocigas de Perales. Al final estamos hablando de más de 30.000 cerdos. Es una barbaridad”, rechaza el alcalde de Haza.
Motivos para rechazar la macro-granja
Tras conocer que el ganadero quiere ampliar la granja de Haza de los actuales 1.999 cerdos, por los que tiene licencia, a 6.000; pueblos como Haza han presentado ya alegaciones ante la Junta de Castilla y León. Entre los argumentos, entienden que ocasionaría daños irreparables tanto en el Medio Ambiente como en la salud de las personas.
Vulnerabilidad del manantial y riesgo de contaminar el agua que abastece al casco urbano a través del manantial de la ermita de Santa Juana. Al tratarse de una zona protegida de abastecimiento de aguas subterráneas por el Registro de Zonas Protegidas de la Confederación Hidrográfica del Duero, que destaca por su permeabilidad “medio-alta”, Haza teme que la macrogranja contamine una masa de agua que actualmente se califica en “buen estado” tanto químico como cuantitativo. “La poca pendiente de la superficie y la alta permeabilidad de los materiales carbonatados, soporte físico del acuífero, le hacen sensible a la contaminación”.
Impacto en especies silvestres que están en régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, como el águila imperial, el búho real y el halcón peregrino ibérico. “Sin duda se verán afectados negativamente por la nueva amplitud desmedida de este proyecto, pues seguramente desaparecerían irreparablemente”.
Efectos negativos en los dos pilares económicos del municipio: el turismo (Haza está declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico), y el enoturismo, por su pertenencia a la DO Ribera del Duero. “De hecho, próximas a donde se pretende instalar la explotación, existen varias bodegas de reconocido prestigio. La contaminación y molestias que va a suponer esta nueva ampliación solicitada y su conversión en macro granja, es un claro y evidente peligro y perjuicio, tanto para los viñedos, como la calidad del vino, así como para el enoturismo”.