11 de septiembre de 2020

En busca del pasado medieval de Sequera de Haza (Burgos Conecta)

En busca del pasado medieval de Sequera de Haza

Los restos de la ermita se alzan a apenas unos centenares de metros del pueblo. /BC
Los restos de la ermita se alzan a apenas unos centenares de metros del pueblo. / BC

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid trabajan estos días en la tercera campaña de excavaciones arqueológicas de la ermita y la necrópolis de San Nicolás | La campaña de este año está condicionada por la covid

Gabriel de la Iglesia
GABRIEL DE LA IGLESIABurgos

A menudo, el pasado está a apenas un palmo de tierra de distancia. El problema es que hay que trabajar para sacarlo a la luz, algo que no siempre es fácil. Y menos aún en tiempos de pandemia. Aún así, un grupo de investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid están estos días trabajando sobre el terreno para seguir desentrañando los misterios que aún guardan las ruinas de la ermita y la necrópolis de San Nicolás, en Sequera de Haza, un conjunto de origen medieval que permaneció en el olvido durante demasiados años.

«En los años 80 se hizo una pequeña intervención» que permitió dibujar a grandes rasgos la importancia del conjunto, explica el alcalde de la localidad, Roberto Arroyo. Sin embargo, las ruinas volvieron a quedar en barbecho a la espera de un proyecto más ambicioso. Y este llegó en 2018 de la mano de un grupo de investigadores de la Rey Juan Carlos, que en apenas dos campañas de excavaciones ya han conseguido sacar a la luz y documentar interesantes restos, incluidos sendos osarios, un horno de fundición y numerosos vestigios medievales. Pero aún queda mucho por hacer.

En este sentido, el objetivo de esta campaña pasa por seguir excavando en la necrópolis, donde quedan al menos tres tumbas por investigar en profundidad; así como en una estructura ubicada en el interior de la ermita de la que no se tenía constancia y que ha despertado ciertos interrogantes. «No sabemos si está vinculada al horno de fundición localizado en las proximidades el año pasado o si se trata, por ejemplo, de una pila pare realizar bautismos por inmersión», puntualiza Polo.

Eso sí, la campaña de este año viene totalmente condicionada por la covid-19. De hecho, a punto estuvo de no llevarse a cabo. «Normalmente, las excavaciones se hacen en julio, pero este año fue imposible», explica el alcalde de la localidad. Sin embargo, finalmente se ha decidido sacarla adelante, aunque fuera de manera «limitada» y cumpliendo un estricto protocolo marcado por la Junta de Castilla y León. Ahora mismo hay apenas cuatro personas trabajando sobre el terreno, a las que la semana que viene se sumarán otros cuatro o cinco. Cifras muy alejadas de las de campañas anteriores, cuando suelen trabajar una veintena de personas.

El objetivo, en todo caso, permanece intacto. Recuperar la memoria del conjunto medieval, que a la postre parece ser el origen del actual pueblo. De momento, se tiene constancia de la presencia de una comunidad de pequeño tamaño asentada de manera permanente en el entorno en los siglos VI y VII. Una época en la que habitualmente se ha pensado que las tierras del Duero estaban despobladas, pero que en realidad no lo estaban tanto. «Hay constancia de la presencia de pequeñas comunidades en toda la comarca, dedicadas a actividades primarias» que, una vez pacificado el territorio fueron buscando zonas más cómodas para vivir a la orilla de ríos y arroyos, explica Polo.

De esta forma, la ermita y la necrópolis de San Nicolás suponen un elemento clave para desentrañar toda la historia del entorno. Y por eso se les quiere poner en valor. «Este es un proyecto a medio y largo plazo», detalla Arroyo. «En años sucesivos queremos consolidar las ruinas, señalizarlas e instalar iluminación» para que los propios vecinos las valoren y supongan un atractivo turístico.

De momento, durante las anteriores campañas se han llevado a cabo visitas guiadas y charlas en el pueblo. Sin embargo, este año, la covid lo impedirá. «Tendremos que esperar», reconoce resignado el alcalde.

En todo caso, el ejemplo de Sequera de Haza debería ser, a juicio de los investigadores que están al frente del proyecto, un «ejemplo» para la comarca. «Ojalá otros ayuntamientos del entorno tomaran el testigo y pusieran en marcha proyectos similares, porque hay muchos yacimientos aún por explorar», sentencia Polo.