21 de enero de 2019

Refrán: "No hay luna como la de enero, ni amor como el primero"








Fotografías de ayer, 20 de enero de 2019. La luna estaba situada sobre Haza.
La primera luna llena del año, se conoce como la luna del lobo.
La expresión Luna del lobo esconde un significado peculiar. Según el editor de Space.com, Tariq Malik, el origen de Wolf Moon está en las tribus americanas de la época colonial cuando las personas huían de las aldeas por la noche al ver manadas de lobos durante el invierno, quienes bajaban por el monte porque tenían hambre. Se cree que estos animales aullaban a la luna, aunque no se tienen pruebas de ello. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que levantan la cabeza mirando al cielo como manera de expresión ya que al hacerlo, el sonido llegaba más lejos, pudiendo escucharse a varios kilómetros de distancia.
El significado de la Luna del Lobo ayuda a comprender qué representan estos animales y qué influencia tienen en el año nuevo que comienza. Se caracterizan por ser estratégicos, ingeniosos y con un sentimiento de unión de manada. Los aullidos son una manera de comunicarse con sus semejantes al igual que con el lenguaje corporal y con el contacto visual para transmitir un mensaje. Por último, son ingeniosos y aprovechan el mes de enero para coger reservar para sobrevivir a los siguientes meses marcados por noches frías y gélidas.

Origen y significado del refrán (El blog para aprender español)

El origen de este refrán está en el siglo XVI, apareciendo desde entonces hasta nuestros días en diversas fuentes escritas y en la tradición oral. Convive con el refrán una canción popular que dice:

“No hay luna más clara / que la de enero; / ni amores más
queridos / que los primeros”
A juicio del pueblo, que es quien crea y transmite los refranes, la luna de enero es muy clara y muy especial. ¿Por qué? Leamos la glosa (explicación) que hace el escritor Luis Galindo en 1660, en su libro Sentencias filosoficas i verdades morales, que otros llaman prouerbios o adagios castellanos:
En este mes, mas que en lo restante del año, es de obseruaçion, q[ue] por estar el ayre mas puro y menos turbado de impressiones, luze mas brillante y clara la Luna.
Así se escribía el español del siglo XVII. El mismo autor compara el cielo limpio de enero con la pureza del corazón cuando se enamora por primera vez, quedando para siempre marcado por ese primer enamoramiento, que no volverá a ser igual en lo sucesivo.