Hace tiempo que seguimos la trayectoria enoturística iniciada por Moradillo de Roa. Conocido en la comarca como "el segundo Barcelona", desde antaño, por la pujanza de su economía, su especial cuidado del caserío y su singular "Cotarro", con 157 bodegas y 7 lagares, coronado por la Iglesia Parroquial Fortificada dedicada a San Pedro Apóstol. Un ejemplo a seguir.
La mayoría de los pueblos de la Ribera tienen su barrio de bodegas históricas y es probablemente, el patrimonio etnográfico más antiguo que poseen. Establecer criterios de conservación que permitan que perdure algunos siglos más, como ha hecho Moradillo de Roa, con su adecentamiento del entorno primero, las ordenanzas municipales que establezcan mínimas normas de actuación, ..., darlo a conocer, compartiendo su proyecto, contando la historia de la Ribera y de El Cotarro, es un trabajo titánico, pero seguro, que muy gratificante. Moradillo de Roa nos ha indicado el camino por el que tenemos que avanzar.
Nuestra comarca, ha soportado mejor que otras la crisis, gracias a este gran tesoro que poseemos, nuestras viñas, nuestras uvas, nuestros vinos. Amparados por el Consejo Regulador Ribera del Duero, la pujanza de viñedos y bodegas distribuyen la riqueza de nuestras tierras a muchas familias. No podemos morir de éxito, aún tenemos que mejorar, pero los resultados son positivos.
La ruta de vino Ribera del Duero está desarrollando una gran labor en la carrera más importante que tendremos que afrontar todos de cara al futuro, el enoturismo.
Ese es el reto: cuidado medio ambiental y enoturismo. Poner en valor nuestra tierra, nuestra historia, nuestro vino.
Enhorabuena moradillan@s por vuestro excelente trabajo, por vuestro ejemplo. Aúpa Moradillo!!!