D. Emilio, el Practicante, como era conocido en Fuentemolinos dejó una profunda huella en el pueblo tras su marcha. Aunque era profesional de la Enfermería, ejerció en numerosas ocasiones de médico, comadrona, psicólogo, ...
Quién no recuerda algún sarampión, ..., con fiebre alta, a media noche o de madrugada, cuando los padres se iban a segar, acarrear, etc. Siempre de guardia, acudía a cualquier hora con su maletín, para dar una solución rápida.
La confianza de las familias era plena, gracias a su trato cordial y a su profesionalidad.
Quién no recuerda algún sarampión, ..., con fiebre alta, a media noche o de madrugada, cuando los padres se iban a segar, acarrear, etc. Siempre de guardia, acudía a cualquier hora con su maletín, para dar una solución rápida.
La confianza de las familias era plena, gracias a su trato cordial y a su profesionalidad.
Después de ejercer en nuestra localidad más de una década, continuó visitando y viviendo en Fuentemolinos parte del verano, durante muchos años. Los buenos recuerdos de su estancia inicial le hacían volver cada año para conversar con sus amigos fuentemolinenses y compartir con ellos los recuerdos y las novedades vividas durante el último año.
Nuestro agradecimiento a su labor. Su recuerdo permanecerá siempre entre nosotros.
Nuestras condolencias y un cariñoso saludo para su esposa Dña. Carmen y su hijo Javier, a quien agradecemos nos haya enviado la fotografía que ilustra la noticia.
Nuestras condolencias y un cariñoso saludo para su esposa Dña. Carmen y su hijo Javier, a quien agradecemos nos haya enviado la fotografía que ilustra la noticia.
Descanse en paz.