Fomento anuncia que la variante de la A-11 entrará en servicio en 2015
Ical-DB / Valladolid-Aranda - martes, 28 de enero de 2014
El director general de Carreteras, Jorge Urrecho, confirmó ayer una inyección este año de 16,2 millones de euros para este tramo de 15 kilómetros, el único de la autovía que está en obras
La variante de Aranda de la Autovía del Duero (A-11) se pondrá en servicio el próximo año; 15 kilómetros que permitirán desviar por un vial de alta capacidad los 8.000 vehículos que cada día circulan por la N-122, entre Fresnillo de las Dueñas y Castrillo de la Vega. Este año el Ministerio de Fomento ha presupuestado 16,2 millones, con los que dará un impulso a las obras que, en conjunto, supondrán una inversión de 68,5 millones.
Así lo anunció ayer el director general de Carreteras, Jorge Urrecho, durante su visita a la travesía de Villanubla, en la N-601. Subrayó que las obras de la variante arandina se encontraban paralizadas al inicio de este mandato y tras «activarlas» finalizarán el próximo año si no hay contratiempos.
Asimismo, aseguró que la A-11 «no duerme el sueño de los justos» y como ejemplo puso la variante arandina, que supondrá un incremento de seguridad vial y comodidad y un ahorro de tiempo. Además, subrayó que para los habitantes de las localidades que atraviesa la N-122 representará una notable mejora por la reducción de ruidos y contaminación.
Este tramo, que ejecuta la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT), fue adjudicado en 54,1 millones en 2008 con un plazo de 24 meses. Los trabajos comenzaron en marzo de 2010, si bien han sufrido diversos parones por falta de recursos. Su ejecución alcanza el 55% con los movimientos de tierra prácticamente finalizados y las principales infraestructuras acabadas, salvo el complejo viaducto sobre la N-I.
Fomento ha revisado el coste del tramo y el presupuesto de la obra asciende a 61,20 millones, lo que sumado a la redacción del proyecto, las expropiaciones y a la asistencia técnica arroja una inversión total de 68,58 millones. El pasado año, Fomento presupuestó una partida testimonial de 105.000 euros, si bien al final ha invertido unos 9 millones, y éste prevé un desembolso de 16,2 millones.
Con su puesta en marcha, la A-11, que conectará el Este de Castilla y León con la frontera portuguesa a través del corredor del Duero, tendría ya en servicio unos 148 kilómetros. El director de Carreteras afirmó que el Ministerio continúa con su ejecución. La ministra, Ana Pastor, aseguró en diciembre que es una «prioridad» aunque reconoció que se «irá haciendo cuando las necesidades presupuestarias lo permitan». Actualmente sólo se construye la variante de Aranda, el resto se encuentra «en proyecto», después de que estén terminadas los estudios informativos y las evaluaciones de impacto ambiental. El Ministerio debe encargar la redacción de los proyectos para después licitar y adjudicar las obras.
1.202 millones. Fomento calculó hace años que tendría que movilizar 931 millones para construir unos 265 kilómetros pendientes en la A-11, entre Los Rábanos (Soria) y San Martín del Predroso (Zamora). No obstante, la suma de los presupuestos de adjudicación, licitación y de los estudios informativos existentes lo eleva a 1.134 millones, más los 68 de la variante ribereña.
La A-11 no suma nuevos kilómetros desde julio de 2010, cuando se abrió la Ronda Norte de Zamora. También, ese año se inauguró la Ronda Exterior Sur de Valladolid, lo que permite viajar por autovía desde Zamora capital a la localidad vallisoletana de Tudela de Duero (117,8 kilómetros). A ellos se une la variante soriana de El Burgo de Osma (9,5 kilómetros).
El principal escollo que quedaba se salvó en agosto de 2012 al publicar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del conflictivo tramo, por su impacto en los viñedos, entre Tudela de Duero (Oeste) y Quintanilla de Arriba, seleccionando la alternativa Duero Norte, 34,94 kilómetros subdivididos en dos subtramos con un coste previsto de 168,51 millones de euros.
Así lo anunció ayer el director general de Carreteras, Jorge Urrecho, durante su visita a la travesía de Villanubla, en la N-601. Subrayó que las obras de la variante arandina se encontraban paralizadas al inicio de este mandato y tras «activarlas» finalizarán el próximo año si no hay contratiempos.
Asimismo, aseguró que la A-11 «no duerme el sueño de los justos» y como ejemplo puso la variante arandina, que supondrá un incremento de seguridad vial y comodidad y un ahorro de tiempo. Además, subrayó que para los habitantes de las localidades que atraviesa la N-122 representará una notable mejora por la reducción de ruidos y contaminación.
Este tramo, que ejecuta la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT), fue adjudicado en 54,1 millones en 2008 con un plazo de 24 meses. Los trabajos comenzaron en marzo de 2010, si bien han sufrido diversos parones por falta de recursos. Su ejecución alcanza el 55% con los movimientos de tierra prácticamente finalizados y las principales infraestructuras acabadas, salvo el complejo viaducto sobre la N-I.
Fomento ha revisado el coste del tramo y el presupuesto de la obra asciende a 61,20 millones, lo que sumado a la redacción del proyecto, las expropiaciones y a la asistencia técnica arroja una inversión total de 68,58 millones. El pasado año, Fomento presupuestó una partida testimonial de 105.000 euros, si bien al final ha invertido unos 9 millones, y éste prevé un desembolso de 16,2 millones.
Con su puesta en marcha, la A-11, que conectará el Este de Castilla y León con la frontera portuguesa a través del corredor del Duero, tendría ya en servicio unos 148 kilómetros. El director de Carreteras afirmó que el Ministerio continúa con su ejecución. La ministra, Ana Pastor, aseguró en diciembre que es una «prioridad» aunque reconoció que se «irá haciendo cuando las necesidades presupuestarias lo permitan». Actualmente sólo se construye la variante de Aranda, el resto se encuentra «en proyecto», después de que estén terminadas los estudios informativos y las evaluaciones de impacto ambiental. El Ministerio debe encargar la redacción de los proyectos para después licitar y adjudicar las obras.
1.202 millones. Fomento calculó hace años que tendría que movilizar 931 millones para construir unos 265 kilómetros pendientes en la A-11, entre Los Rábanos (Soria) y San Martín del Predroso (Zamora). No obstante, la suma de los presupuestos de adjudicación, licitación y de los estudios informativos existentes lo eleva a 1.134 millones, más los 68 de la variante ribereña.
La A-11 no suma nuevos kilómetros desde julio de 2010, cuando se abrió la Ronda Norte de Zamora. También, ese año se inauguró la Ronda Exterior Sur de Valladolid, lo que permite viajar por autovía desde Zamora capital a la localidad vallisoletana de Tudela de Duero (117,8 kilómetros). A ellos se une la variante soriana de El Burgo de Osma (9,5 kilómetros).
El principal escollo que quedaba se salvó en agosto de 2012 al publicar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del conflictivo tramo, por su impacto en los viñedos, entre Tudela de Duero (Oeste) y Quintanilla de Arriba, seleccionando la alternativa Duero Norte, 34,94 kilómetros subdivididos en dos subtramos con un coste previsto de 168,51 millones de euros.
Respecto al resto de la A-11 que discurre por territorio burgalés, los 13,74 kilómetros entre Castrillo de la Vega y el límite provincial de Valladolid, para los que se prevé una inversión de 79,2 millones, el proyecto constructivo se aprobó en marzo y se iniciaron las expropiaciones.
El tramo entre Fresnillo y la variante de Langa (Soria), 20,66 kilómetros con un coste de 64,13 millones, está bloqueado a la espera de que el Ministerio retome la construcción, que el anterior Ejecutivo dejó en el aire al reprogramarla.
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