Hace unos días se ha cortado uno de los retoños de la Olma, pues estaba tocando con sus ramas el tendido eléctrico. No obstante, queda un retoño nuevo, alto y recto que pronto dará sombra al lavadero. Además la propia Olma, que estuvo a punto de fenecer hace algunos años, tiene vigor renovado.
También se cortó el álamo que se desgajó durante la ciclogénesis destructiva, con lo que ahora el arroyo ha quedado un poco emparedado y falto de vegetación, contrastando con la vegetación natural y desmedida que crece cercana a la fuente y en la subida al picacho.
La zona de la fuente, ermita, pilón, lavadero y arroyo, creemos que es una de nuestras joyas más preciadas, y necesitaría alguna actuación que lo mantenga todo el año, más limpio y ordenado. ¿Qué pensais que podemos hacer?